lunes, 14 de mayo de 2012


CONMEMORAN 40 AÑOS DE MUERTE DEL PADRE PALACIOS

03 DE ABRIL 2007

INVITAN A LOS “LOYOLA VALIENTES” Y A LA COMUNIDAD EN GENERAL A UNA MISA QUE SE REALIZARÁ ESTE MARTES A LAS 6:00 DE LA TARDE EN LA IGLESIA FÁTIMA DEL CENTRO CÍVICO DE PUERTO ORDAZ.




“Era un señor un poco encorvado, con su sotana entre beige y un amarillo tenue. Usaba un sombrero de ala ancha y siempre iba a pie desde la iglesia del Centro Cívico de Puerto Ordaz hasta la sede del Loyola”. Con estas palabras, Jesús Velásquez, María Suniaga y Klara Morillo, miembros de la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio Loyola (ASIA), recuerdan entre anécdotas y sonrisas a uno de los hombres pioneros en la educación de nuestra ciudad: el padre Gonzalo Palacio, Conde de Borao.

 El motivo del recuento anterior, es para contextualizar un poco, ya que este martes se conmemoran 40 años de la desaparición del padre Palacio, fundador del Instituto Gumilla. Por tal motivo, los declarantes invitan a la comunidad en general y a todos los “Loyola valientes” a una misa que será oficiada en la Iglesia Nuestra Señora de Fátima por monseñor Mariano José Parra, Obispo de Ciudad Guayana, esta tarde a las 6:00.
 En un encuentro con los medios de comunicación realizado la mañana de este lunes, los ex alumnos del Loyola, indicaron que dentro de las propuestas que manejan para homenajear al padre Palacios, destacan la consolidación de una orden al mérito que lleva su nombre, el traslado de sus restos del cementerio de Chirica en San Félix a la iglesia del Centro Cívico de Puerto Ordaz y una exposición fotográfica de Guillermo Mora en los mismos espacios de la Iglesia Fátima.

El motivo

De acuerdo a los declarantes, la celebración viene dado que “siempre se ha descuidado un poco esa parte de dar a conocer quien era el padre Palacios, una figura muy importante para nosotros, pues tuvo que ver con la formación de la ciudad, no sólo en el aspecto educativo, sino también en lo deportivo y cultural, desde que llegó a estas tierras”.
 Señalaron que el interés “se despertó” más aún, luego de que Velásquez publicase un artículo sobre Palacios en la primera edición de una revista de ASIA, tras la cual muchos de los ex alumnos sintieron esa necesidad de reivindicar la labor ejemplar de este sacerdote jesuita, nacido en Zaragoza, España, el 20 de noviembre de 1894.
 La historia de este homenaje se remonta al año 2006 cuando el Colegio Loyola  Gumilla celebró su cuadragésimo aniversario, ocasión en donde se entregó por primera vez la Orden Padre Palacio, la cual busca reconocer el trabajo y la proyección de figuras de esa institución y de la comunidad en general que de una u otra manera han sabido aportar al desarrollo de nuestra hermosa Ciudad Guayana.

El de los consejos

Los declarantes señalaron que el padre más que regañón siempre estuvo dado a dar consejos a los alumnos, siendo el “estudie”, el más impartido. Para hacer un poco de historia, suministraron un material en el que se reseña un poco de la vivencia del padre Palacios en Venezuela, país al que llegó en 1955, siendo en ese entoncesprofesor de la Universidad Católica Andrés Bello-Caracas.
 Su venida a Guayana se da, gracias a la invitación que le formulase la antigua Orinoco Mining, hoy Ferrominera Orinoco. En 1957 se establece en Puerto Ordaz, un poblado que apenas daba sus primeros pasos. Es así, como preocupado por la formación de la creciente juventud de la zona, funda la primera escuela privada y gratuita, bajo el nombre de Domingo Zorrilla, con sede en el barrio Los Monos.
 Luego, con el aporte de la Mining, construye “unas barracas de color verde, con una estructura de cartón piedra, que estaban ubicadas en la intersección de la avenida Las Américas con la avenida Caracas”, comentan los declarantes. Destacan que en ese entonces se atendió una matrícula de 138 estudiantes. Así nace el “Instituto Gumilla”, en honor al misionero jesuita José Gumilla, creador del Orinoco ilustrado en el siglo XVI.
 Con varios años de lucha, logró que la sede se trasladara frente al estadio Ferrominera en el edificio Palbor, todo esto para el año escolar 1965-1966. Sin embargo, el padre Palacios fallece el 3 de marzo de 1967. Paralelo a las labores del Instituto Gumilla, estaba el trabajo de otras congregaciones, que también se encargarían de la educación, como La Salle, el Loyola, el Nazareth, por mencionar algunas, todas bajo la coordinación del ingeniero Alfonso Ravard.
 Una de las primeras en ver luz fue el Loyola, quien tuvo al frente a los padres Ollaquindia y Anduela, sacerdotes jesuitas. La primera sede de este colegio estuvo en el parque Cachamay, tal y como señala la revista de ASIA.

La fusión

En el texto se indica que “antes de morir, Palacios entregó la administración del Instituto Gumilla, y el edificio Palbor (Palacios de Borao) es vendido a Pedro Trullas (...) muere Palacios y hay que solucionar el hecho de que había dos entidades educativas de la Compañía de Jesús. En una, la educación era paga y de varones (Loyola) y, en la otra, era gratuita y mixta (Gumilla). Ravard pone una condición, para que no se pierda la obra de Palacios, agregar el nombre de Gumilla al Loyola, y que siga siendo mixto. Así pues, nace el Colegio Loyola Gumilla, cuna de insignes guayaneses, formados para ‘amar y servir”.
 Los declarantes señalan la importancia de que los guayacitanos conozcan esta historia, para que no vean al nombre como al de un extraño, sino como al de un español que se enamoró de la belleza de nuestra región y se entregó plenamente a fomentar la educación en ella.

Próximos pasos
Guillermo Mora, fotógrafo de gran trayectoria en nuestra ciudad también rememora el trabajo del padre Gonzalo Palacios de Borao, quien oficiaba misa en varios idiomas en la iglesia del Centro Cívico de Puerto Ordaz. Su exposición, amplia en caras y momentos de la historia de nuestra ciudad se plena para rendir un tributo a este gran hombre. La muestra se mantiene en la Iglesia Fátima.
 Por otro lado, Velásquez, Suniaga y Morillo señalan que aún se afinan detalles para el traslado de los restos del padre Palacios a la Iglesia Fátima, por ser este lugar otro de los refugios desde donde también trabajó.



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