domingo, 18 de marzo de 2012


LA PATRONA DE SAN FÉLIX



Puerto Ordaz, transformada hoy junto con San Félix en la moderna Ciudad Guayana es como se ve, de fundación reciente y por ello no lleva el nombre de un miembro del santoral. Pero tiene una patrona de origen portugués. Tal Nuestra Señora de Fátima entronizada por el Obispo de la Diócesis de Guayana, Monseñor Juan José Bernal Ortiz, en 1957 mientras que el santo patrono de San Félix no es San Félix sino la Inmaculada Concepción dada su vecindad con la Misión de la Purísima Concepción de Nuestra Señora del Caroní fundada en 1724. Esta virgen, tallada en madera, fue rescatada por Monseñor Francisco Javier Zabaleta, párroco de San Félix durante 33 años, y como nota curiosa, según la promotora cultural Milagros Figueroa, sería ésta la única imagen de la Virgen que se cubre con un atuendo algo escotado. 

La iglesia de la Purísima Concepción de Nuestra Señora del Caroní fue concebida como la Casa Rectora del resto de las misiones que los Capuchinos Catalanes fundaron en Guayana, por mucho tiempo fungió como el centro donde se desarrolló una de las experiencias religiosas más interesantes y ricas de la historia colonizadora de la zona, además de ser el lugar de confluencia de las principales fuerzas productivas de la época.

Nuestra Señora de Fátima es una virgen que en 1917 se apareció a tres niños pastores en la aldea portuguesa Fátima, a unos 100 kilómetros de Lisboa. Por antonomasia es la virgen de Portugal y sus festividades tienen lugar el 13 de mayo, mientras que las de la Inmaculada Concepción se realizan el 8 de diciembre. Esta virgen fue adoptada también por el Obispo Ubaldo Santana Sequeda como patrona de la Diócesis de Ciudad Guayana mientras que la patrona de la arquidiócesis de Ciudad Bolívar es la Virgen del Valle desde el 27 de abril de 1921 cuando así fue acordado por sufragio unánime del clero de fieles cristianos bajo los auspicios del entonces Obispo Monseñor Sixto Sosa.

El primer patrono de Guayana o de su Capital fue y lo sigue siendo Santo Tomás. Lo adoptó el fundador don Antonio de Berrío porque el 21 de diciembre de 1595, cuando comenzó la fundación de la ciudad cabecera de la provincia, coincide con el día que el santoral de la Iglesia Católica dedica a la veneración y fiesta de ese santo propagador de la religión de Cristo. Por esa circunstancia onomástica, la Capital de Guayana fue erigida y registrada oficialmente con el nombre de Santo Tomás de la Guayana. En numerosas escrituras aparece “Santo Tomé de Guayana” que significa lo mismo en lengua portuguesa, ¿acaso porque uno de los lugartenientes de Berrío era un portugués llamado Álvaro Jorge? No debe entonces extrañar que una virgen de origen portugués sea la patrona de Puerto Ordaz.

La imagen de Santo Tomás aún se conserva y se puede apreciar en el altar de la nave izquierda de la Catedral de Ciudad Bolívar. Otra imagen, pero de mármol y con una expresión diferente, se halla en el altozano de la misma Catedral. Empero, no debe confundirse con Santo Tomás de Aquino, el teólogo italiano. El de Guayana es Santo Tomás el Apóstol, representado con una lanza y el hacha. En el arte cristiano los santos son representados con un emblema que simboliza su abnegada existencia o el martirio que sufrieron en la predicación del Evangelio y en defensa de la verdad eterna.

Como bien sabemos, Santo Tomás, fue uno de los doce discípulos elegidos por Jesucristo para difundir su doctrina. Fue el único que no vio a Jesús inmediatamente después de la Resurrección, por incrédulo. “Si no pongo mis dedos en el sitio de sus llagas no creeré” y a los ocho días se le apareció Cristo junto a los demás y le dijo: “Tiende tu mano y no seas incrédulo. Dichosos los que sin ver creyeron”.



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