SAN FÉLIX TIENE SUS DEFENSORES
Lunes, 29 de Agosto de 2011
21:12
Trabajan de
manera independiente. Se reúnen varios días a la semana en la Casa de la Cultura Ateneo de
Ciudad Guayana. Recuperan fotos, relatos y objetos de los inicios del otrora
Puerto de Tabla.
El 8 de diciembre del año 2003, un
grupo de guayaneses preocupados por el rescate y preservación de la memoria
histórica de San Félix fundaron una asociación civil sin fines de lucro. Así
nació Amigos de Ayer y de Hoy de San Félix.
Desde hace un par de años cuentan
con un espacio que les presta la
Casa de la
Cultura Ateneo de Ciudad Guayana en San Félix, aunque se
constituyeron en una casa del sector La Unidad. Al que llega con ganas de saber “cómo era
el San Félix del ayer”, ellos lo atienden con gran amabilidad, y no dudan en
repetir, una y mil veces los cuentos de lo que hacían cuando eran muchachos.
Están conscientes de que en la
planificación de la urbe San Félix, la génesis de este emporio industrial,
quedó marginada y su historia se fue diluyendo ante la indolencia de un centro
que cedió el paso a una zona comercial.
Argenis Mirabal es uno de los
miembros. Comenta que se reúnen varias veces en la semana y se encargan de
diseñar estrategias para llevar la historia de san Félix, recopilan
información, fotos, testimonios y objetos que ofrezcan vestigios de ese pasado
que no se recoge en la historia bolivarense. Mirabal señala que poco a poco han
ido proyectando el trabajo del grupo.
“Tenemos 25 miembros activos en la
actualidad, por eso, también fue necesario cambiar de espacio. Antes estábamos
en una oficina más pequeña, y ahora, gracias al profesor José Leonardo Rondón
de la Casa de la Cultura , nos rodamos a
otro espacio, aquí mismo, pero más amplio”, explicó Mirabal.
La cantidad de agremiados ha aumentado
porque cada vez son más los interesados en compartir información sobre la
otrora Puerto de Tabla. La mayoría de los miembros son adultos mayores es por
eso que tienen qué contar.
“Hacemos varias actividades al
año, como por ejemplo, la entrega de canastillas a parturientas del hospital
Raúl Leoni de Guaiparo, jornadas culturales y musicales, exposiciones”, apunta
el señor Mirabal.
Mantienen en la Casa de la cultura una
exposición permanente de objetos que han recopilado y que trasladan a otra
época. Discos viejos, teléfonos, proyector de cine, artefactos eléctricos y
cosas de hogar forman parte de la exhibición.
“Vienen gente de todo tipo y de
todas las edades y siempre preguntan por estas cosas”, señala otro de los
integrantes de los Amigos del Ayer y de Hoy de San Félix.
Dedican buen tiempo a encontrar la
manera de hacer entender a las nuevas generaciones sobre la importancia de
conocer la historia de la ciudad. Tal y como señalaba Enys Galvis de Páez, otra
de las integrantes del equipo “nadie quiere lo que no conoce”.
En los últimos meses, han activado
una pequeña orquesta musical con música de antaño para llevar entretenimiento
en sus celebraciones y también para conseguir con trabajo, colaboraciones para
los gastos de manutención de la asociación.
“La orquesta está conformada por
Orlando Mota, Jesús Muñoz y Aníbal P. entre otros”, comenta Argenis Mirabal.
La asociación funciona bajo la
figura de la autogestión, por eso, deben resolver como llevar a cabo su agenda
de proyectos, sin que la falta de recursos los desanime y los haga desistir.
Recientemente decidieron abrir un programa de farmacia para poder recibir
medicinas de la comunidad para poder entregarla a los miembros del grupo que la
necesitan.
Recopilación de cuentos
A través de la recopilación
fotográfica realizada por Homero Hernández, también integrante de esta
asociación, los guayaneses que visiten la oficina de los Amigos del Ayer y de
Hoy de San Félix pueden disfrutar de una pequeña pero valiosa muestra de imágenes
del pasado de San Félix.
Son tan defensores de la historia
de la ciudad, que rechazan esa teoría de que la urbe cumplió recientemente 50
años, pues consideran que se pasa por alto toda la existencia de San Félix
desde mucho antes de 1961. “Lo que se celebra fue la creación del municipio
Caroní”, resaltan.
La historia que comparten con
investigadores profesores, estudiantes y comunidad en general que asiste a
consultarle, está contada a retazos revivida por recuerdos muchas veces propios
de los integrantes de la asociación.
Orlando Mota, Aurelio “Pipi”
Zambrano, José Núñez y Luis Vaquero también integran la asociación.
Aprovecharon para conversar con PRIMICIA y compartir varias anécdotas.
Señalaron por ejemplo que poco se habla a los jóvenes de la función de San
Félix como puerto o como paso de ganado hacia Upata. Indican que la actividad
ganadera y la venta de cueros fue en un tiempo parte importante de la economía
local.
Asimismo, explican que por ser un
pueblo pequeño también habían cosas muy comunes. “Por ejemplo estaba la
tradición de las mariquitas que lanzaban los padrinos después de los bautizos a
las afueras de la iglesia. Lanzaban moneditas de 0,50 Bs y todos los niños iban
para allá a agarrar las mariquitas. Decían: ¡padrino las mariquitas!, y se
formaba aquel alboroto recogiendo moneditas”, eso se dó de hacer dice Argenis
Mirabal.
Indican que se veían cosas como
que: “hasta que cumplía los 18 años, cuando ya se convertía en un hombre, los
muchachos usaban pantalón corto. Ya después pantalón largo. También las mujeres
usaban vestidos, eso a mediados de los 50, eso fue mucho después que las
mujeres de San Félix comenzaron a usar pantalones”. Comentaron también que el
mayor entretenimiento estaba en ir a la plaza, a fiestas en casas a las que “cada
quien llevaba algo y si sabían de alguien que tenía un disco con música
buenísima para bailar, lo invitaban pero para que llevara el disco (jajaja)”.
Indican que al San Félix del ayer
también llegaron varios artistas, sobre todo orquestas bailables. “A San Félix
también vino la famosa Tongolele, en 1957”, recuerdan y un afiche de la época
que forma parte de la exhibición así lo constata.
Los Amigos del Ayer y de Hoy de
San Félix tienen el sueño de materializar en un libro todas estas historias que
han recopilando desde su fundación. Están conscientes que, como ciudadanos,
tienen el deber de contribuir con el rescate de la memoria histórica y hasta de
enamorar a las nuevas generaciones para que también se sumen a la noble lucha
de dar importancia a lo local.
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